Johan Huizinga en su libro Homo Ludens, escrito en 1938, hablaba del papel del juego como generador de cultura en la sociedad. El juego es algo intrínseco al ser humano en todas las etapas de su vida. Casi desde que nacemos, jugamos. Jugamos porque disfrutamos jugando. Disfrutar implica cargar la memoria de emociones positivas. El cerebro recurrirá a estas emociones cuando se enfrente a una situación similar, predispuesto al disfrute incluso antes de repetir la experiencia. El juego es un enorme generador de dopamina y, además, una fuente de adquisición de conocimientos imprescindibles para el desarrollo. De ahí la importancia del juego en el aprendizaje: Aparecen retos, experimentación y descubrimientos. Permite mirar, imaginar, inventar, averiguar y curiosear. En otras palabras: Aprender. Francesco Tonucci afirma que ‘todos los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando”.
El ideal del profesor podría sintetizarse en conseguir que sus alumnos quieran conocer aquello que deben aprender. Francisco Mora Teruel, dice que el juego “es el arma más poderosa del aprendizaje”. Y es, realmente, el recurso más eficaz a disposición del profesor.
Con el juego, podemos fijar pautas (objetivos, metas y retos) que hagan a los alumnos descubrir y aprender a la vez que desarrollan nuevas habilidades y competencias. Se trata de incorporar (camuflar, si es necesario) el juego en esos retos. De esta forma, conseguiremos que el interés innato del alumno por aprender no se derrumbe por situaciones repetidas de aburrimiento, estrés o frustración.
Aprendizaje y entretenimiento:
Tal vez Jerome Bruner era excesivamente utópico cuando decía que “no se puede tolerar que los alumnos se aburran en la escuela”. Sin embargo, esa utopía debería ser perseguida si pretendemos lograr un aprendizaje en nuestros alumnos, teniendo en cuenta las horas que pasan en las aulas. Para aburrirse tienen todo el fin de semana.
“No por la fuerza aprenderá un niño, sino a través del juego”
Platón, cita tan vigente en el siglo IV a.C como en el presente.