Existe un lugar muy especial en un entorno idílico de la Sierra de Madrid que abre los sentidos cuando llegas. Un lugar que mezcla muchas artes y esconde tesoros seculares de nuestro patrimonio, custodiados entre sus muros. Es el Real Monasterio de Santa María de El Paular.
Enclavada en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en uno de los más bellos paisajes de la provincia de Madrid, bien entrando desde el Puerto de Cotos o bien por el Valle del Lozoya, la pequeña abadía ofrece un espectáculo para la vista que en sí es ya un regalo. Cautiva el entorno privilegiado, un capricho de la Naturaleza.
Y siendo enorme la belleza del sitio junto al pueblo de Rascafría, no fue solo esto lo que hizo que Aprendeaver pusiera un pie en este lugar, sino las puertas que nos abrieron los monjes benedictinos que hoy habitan el monasterio de origen cartujo, para descubrir una bellísima construcción del s. XIV y un interior que alberga belleza en su arte y su arquitectura.
La visita. ¿Qué ofrece El Paular a los alumnos?
La visita al Monasterio de El Paular es un descubrimiento para el deleite donde un pasillo despierta la curiosidad del visitante y la sorpresa se encuentra detrás de cada puerta.
Y como nuestra ambición es que los alumnos aprendan desde el asombro, hace ya unos años empezamos a visitar este monasterio con alumnos de primaria con nuestros ya clásicos y únicos cuadernos didácticos y más tarde con distintos cursos de la ESO. Es verdad que los monjes nos conceden pequeños privilegios por el comportamiento e interés que muestran siempre los alumnos que acuden con Aprendeaver que nos permiten asomarnos a donde no todo visitante accede.
Metodología Aprendeaver en el Paular
Porque el Monasterio de El Paular retiene entre sus centenarios muros de piedra todos los requisitos para que las visitas sean espectaculares. ¿Cómo lo enfocamos?
- Escogemos los focos atencionales adecuados
- Utilizamos una metodología que incrementa la atención, la autonomía y la participación del alumno.
- Fomentamos una conciencia cultural y artística que a su vez consigue una relación positiva y duradera entre el aprendizaje y el entretenimiento.
Y esto es común a todo el proyecto de Aprendeaver.
En el recorrido aprendemos lo que es un atrio o un contrafuerte, una bóveda o una filigrana; descubrimos joyas arquitectónicas como el claustro o la iglesia; leemos el relato que narra el retablo de alabastro o los símbolos que esconden historias; admiramos el barroco de la Capilla del Sagrario y descubrimos las horas que marca el sol en las paredes. Y seguiríamos con una larga lista de descubrimientos y la batería de preguntas que suscitan en cerebros despiertos por la curiosidad.
Diversión en los alrededores
Y después de la visita cultural, llega el esparcimiento. Tras cruzar el Puente del Perdón, una caminata de 10 minutos nos lleva a Las Presillas donde hay espacio para correr y bañarse en los recodos que embalsan el agua del río Lozoya. Y para terminar el día de excursión: un buen almuerzo campero, que seguro que tanta emoción habrá despertado el apetito.
En conclusión, la visita de los alumnos se convierte, gracias al método Aprendeaver, en una experiencia inolvidable. Suena bien, ¿verdad? Si te interesa saber más… ¡no lo dudes y contacta con nosotros!